Normalmente, todos vivimos de espaldas a la enfermedad y es sólo cuando ésta afecta a alguna persona próxima que nos concienciamos de todas las alteraciones que ésta comporta, no sólo para el enfermo sino también para todo su entorno más cercano. Esta situación se agrava cuando el tratamiento médico debe recibirse lejos de casa. Los hospitales de Barcelona son centros de referencia en asistencia médica tanto en Cataluña como en el resto del estado español. Cada año un gran número de enfermos, acompañados en muchos casos por algún miembro de su familia, se desplazan a nuestra ciudad para recibir asistencia médica. Acompañar un familiar enfermo que tiene que recibir tratamiento lejos de casa es un hecho que altera notablemente la vida de una familia y que, además, puede suponer un grave quebranto para la economía familiar, ya que la administración sólo cubre los gastos generados por el tratamiento y la hospitalización del enfermo. En muchos casos, el familiar que acompaña al enfermo tiene que dejar su trabajo y debe asumir los gastos de alojamiento y manutención derivados de su estancia en Barcelona mientras dure el tratamiento. Son muchas las familias que no pueden hacer frente a un gasto extra para alquilar un piso o, simplemente, una habitación en una pensión.
Para dar respuesta a esta necesidad social, la fundación esquerdes s.f dispone de dos pisos de acogida para enfermos sin recursos económicos y para sus familiares, con una capacidad total para siete familias, donde tanto el enfermo como sus acompañantes pueden sentirse como en casa durante todo el tiempo que necesiten. Se trata de ofrecer un hogar provisional donde las familias acogidas puedan descansar, lavarse la ropa, cocinar y compartir ratos libres con otras familias en situación similar.
Las solicitudes de acogida llegan hasta nosotros a través de los servicios sociales de los hospitales o de otras entidades con finalidades similares a las nuestras. Son los trabajadores sociales los que garantizan la necesidad de las familias de acceder a este tipo de servicio. Ni la edad del enfermo ni el tipo de enfermedad suponen ninguna limitación para acceder a este servicio.
La estancia en el piso de acogida es gratuita para todos aunque, en el momento de su entrada, las familias reciben información sobre la fundación y sobre el coste del mantenimiento de los pisos, invitándoles a que, voluntariamente, hagan un donativo que nos ayude a poder seguir ofreciendo este servicio.
Durante todo el tiempo que dura la estancia de una familia en el piso, un voluntario de la fundación realiza un seguimiento, se mantiene en contacto con ellos, los acompaña y procura ofrecerles apoyo práctico y emocional.